pasar y ciernen
La red atrapa
y vincula,
está
en el agua
y a veces cuando
vienes con ella hacia
la realidad vuelve
vaciada
la red no sabe
quién es
ni a quién se cruza
detecta
asocia
permite
ahí está.
***
Nos han preguntado "¿Cuáles creen que han sido los cambios fundamentales en la relación entre autor/editor con el advenimiento de Internet? ¿Creen que el modelo del derecho de autor tradicional está en crisis? ¿Por qué?"
La internet es una red tan vasta que ha logrado la abundancia de los peces. Pero como este acto de multiplicación ha sido virtualmente real y no mitológico sagrado, no cierran las cuentas. ¿Cómo se hace para convertir tanto pez en pescado?
Tratándose de bienes intelectuales, es fácil hacer el truco de Jesucristo, por ejemplo, con un cd de música o, aunque un poco más avanzado, con algún libro que nos parezca bueno. Dado que se trata de bienes no rivales, copio el disco y parece que tengo 2, sin haber partido uno a la mitad. Con los pescados, para hacer eso hay que hacer mago! o hijo del MisMísiMo!
Lo que ha hecho internet es darle un delivery milagroso a la pescadería posmoderna, que puede multiplicar peces compactos y libros con aletas sin magia divina. Es decir, la posibilidad de multiplicación de los bienes inmateriales (dada su condición de bienes no rivales) ya estaba, pero ahora uno puede difundir los derivados de la copia con extrema facilidad.
Lo que ha hecho internet es darle un delivery milagroso a la pescadería posmoderna, que puede multiplicar peces compactos y libros con aletas sin magia divina. Es decir, la posibilidad de multiplicación de los bienes inmateriales (dada su condición de bienes no rivales) ya estaba, pero ahora uno puede difundir los derivados de la copia con extrema facilidad.
Eso, en pocas palabras, pone a cualquiera en el lugar del editor.
Y esa situación trae un problema, tiene su parte oscura.
Es justo decir que muchos editores se toman un trabajo cuidadoso a la hora de decidir qué publican, basándose en criterios de calidad elaborados. Mientras que hay una mayoría del mercado que se dedica a reproducir tonterías que venden, también es cierto que sobrevive una multitud de editores que difunden materiales selectos, cuidando el material que se difunde y privilegiando buenos soportes para difundir estos bienes inmateriales.
En la internet, esos editores no abundan. Es mucho más fácil buscar el cardumen con el gps y cansarse de sacar peces que preparar un buen plato con lo pescado. Saliendo de la analogía, me gustaría señalar que esos espacios (buenas editoriales y/o sellos discográficos en el mercado "tradicional" de libros y música), no abundan en internet... o al menos, yo no los encuentro (más allá de blog solidarísimos que encuentran su material "derribado" por las topadoras ciegas de las grandes empresas).
Por otra parte, los pescadores tienen hoy sus propios puestos: músicos y escritores, entre otros, tienen hoy una posibilidad de convertirse en sus propios editores que hasta hace poco resultaba mucho más costosa. En qué medida ello les conviene, frente a los atractivos de la costumbre editorial, no lo sé.
Cierro por aquí este divaguecillo, saludando y agradeciendo al vecino que se acercó a leer.
Como agradecimiento, esta canción: